Esta semana, la séptima,
ha sido una semana tranquila. He realizado algunas tareas de pequeña
importancia, como cubrir puestos en el teatro Olímpico como recepcionista y
cubriendo ausencias temporales de trabajadores debido a cursos de inglés
obligatorios para los trabajadores. También, al igual que la semana anterior,
he realizado trabajo de guía acompañante en las visitas al teatro y pequeños
recados de entrega y recogida de papeles, ya que se están preparando para
elecciones municipales y se realizan votaciones internas de representantes.
Una de las fechas
importantes del año ha sido el 25 de abril, diía de la liberación italiana del
fascismo, celebración nacional con eventos especiales en las calles, aunque
nosotros aprovechamos para descansar e ir a la “playa” que posee la ciudad, una
pequeña terraza con arena y césped junto al río que hace las veces de escape
para los habitantes de Vicenza.
El resto del tiempo lo
dediqué a realizar algunos encargos de mini-proyectos para rellenar el elenco
de trabajadores de prácticas para una futura exposición de arquitectura y
alguna que otra entrevista, como oyente, de mi tutor con diferentes
responsables de proyectos privados presentándose para ser aprobados.
La parte más importante
con respecto al tiempo libre es la concesión de un día, además del día
internacional del trabajador, para poder tener un puente de cuatro días. Este
puente, el último y mas largo que tenemos, teniendo en cuenta el cumplimiento
de las horas de trabajo con tareas fuera de la oficina, se nos ha concedido
casi a todos los estudiantes de Erasmus del grupo Confebask y, teniendo en
cuenta la oportunidad única de estar en el extranjero, unos hemos decidido
hacer un viaje que os presentaré en otro post más adelante, donde visité
Florencia y Roma.
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