Esta entrada se basa principalmente en el viaje
que realicé junto a algunos de mis compañeros de Erasmus, aprovechando el
puente de Pascua del que disponíamos un día extra de vacaciones, del Sábado 31
de Marzo al Lunes 2 de Abril que ha diferencia de España que dispone de varios
días festivos en Italia solo se dispone del dia de Pascua que la ser domingo no
se libraba y la “Pasquetta” que se celebró el lunes.
Los días previos del viaje hablamos de cómo
organizarlo, pero sin tener seguro un medio de transporte y que esto condiciona
los lugares que podríamos visitar lo decidimos a última hora, ya que, el mismo
dia de salir, conseguimos el coche de alquiler que nos dio la libertad para
comenzar el viaje.
La facilidad para desplazarse entre las ciudades
principales del Veneto gracias al tren y por un precio inferior a 6€ está
realmente bien, ya que en 40 minutos estábamos ya en Verona. Después cogimos un
autobús para llegar al aeropuerto que por desgracia tenía el mismo coste que
todo el viaje en tren desde Vicenza a Verona.
Tras recoger el coche en el aeropuerto de
Verona y por un precio elevado debido a la falta de previsión partimos hacia la
ciudad de Verona. Comimos y visitamos la ciudad aunque debido a contratiempos
no disponíamos de todo el tiempo que nos hubiera gustado, pero teniendo en
cuenta que es una de las ciudades más cercanas no tendremos mayor problema para
realizar otra excursión más a fondo a esta ciudad. Tras visitar la ciudadela,
la estatua y el balcón de Julieta y el Coliseo de Verona nos encaminamos a
Parma para pasar la noche. El alojamiento estaba muy bien acondicionado y con
desayuno gratuito, que para nuestra sorpresa era copioso y variado.
Salimos
a primera hora hacia Cinqueterre, el motivo de nuestro viaje, del que desde
Vicenza nos separan un poco más de 300 kms pero al repartirlos en distintos
trayectos los realizamos en dos viajes, más o menos de distancias parecidas.
Tras
llegar a la zona de La Spezia que es donde se encuentras estos cinco pueblos de
costa, aparcamos y nos dispusimos a visitarlos utilizando el tren que hay para
moverte entre ellos o sino a pie por las rutas que los conectan.
Como
podéis apreciar en las fotos las vistas y la zona son increíbles, a pesar de
ser Pascua y estar completamente desbordado de turistas merece tanto la pena
que en los momentos que consigues encontrar un momento para ti mismo, hacia que
la visita mereciera la pena y poder así disfrutar de estos magníficos lugares.
Si disponemos de todo el dia y empezando pronto la jornada podremos verlos
mejor y con más tranquilidad debido al repunte de visitantes cuando comienza la
media mañana y la falta de control quizá resta un poco de encanto.
Tras un largo día de turismo por la costa,
decidimos que en vez de pagar tarifas superiores a 80€ por persona y noche en
un alojamiento al que solo íbamos a disfrutar para dormir volvimos a Vicenza,
con paciencia y carretera para llegar a casa a dormir y planear otra jornada
esta vez a un lugar más cercano, en vez de seguir por la zona de Massa y Lucca
que eran nuestros destinos antes de darnos cuenta de que la falta de previsión
y las zonas turísticas no son buenas compañeras de viaje, sobretodo para estudiantes
de erasmus.
Después de todo el viaje de vuelta sin apenas
paradas por autopistas bien asfaltadas descansamos y preparamos el día
siguiente que finalmente se decidió por consenso visitar el Lago di Garda, el
más grande de Italia que es para muchos turistas alemanes y suizos un lugar al
que acercarte para pasar un bonito dia. Tras pasar dos horas entre caravanas y
malos conductores, por que no puedo decir nada bueno de la forma de conducir de
los italianos, no sólo temerarios sino que además con una falta de educación
vial enorme que por desidia ralentiza el flujo de tráfico por una mala
utilización de los carriles.
Tras varias horas de
espera que fueron eternas teniendo en cuenta que habíamos recorrido mucho menos
kilómetros que le dia anterior y habíamos tardado casi lo mismo, llegamos al
destino. Con fortuna encontramos un aparcamiento cerca de la parte más
concurrida de Sirmione, el pueblo que fuimos a visitar que es por así decirlo
el más famoso del lago.
La posibilidad de dar una vuelta en barco por el
lago, visitar el castillo y dar un largo paseo por la orilla de lago son
atractivos suficientes para disfrutar de este lugar, aunque por falta de tiempo
nosotros tuvimos que dejarlo ahí, pero como ruta turística se presenta también
la realización de un viaje de de 2 dias aproximadamente a lo largo del lago,
visitando los diferentes pueblos, menos masificados y con otro tipo de encanto.
Tras volver con el coche hasta Verona, lo
entregamos en el aeropuerto y nos dispusimos a ir coger el tren para volver a
Vicenza. Todo el viaje, entre 5 personas con transportes, el coche, peajes y
los diferentes gastos conjuntos, sin contar los personales que es donde cada
uno sabe cuanto puede gastar, el viaje de 3 dias salio por unos 180€ por
persona que fue más barato de lo que nos esperábamos teniendo en cuenta que
viajamos en festividad y a lugares muy concurridos.
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