Última semana y conclusión:
Hoy comienza la última semana, que aunque siempre se tienen ganas de volver y ver a los “tuyos” eso significa que, seguramente, no vuelva a ver esta ciudad y sobretodo esa plaza, la Piazza dei Signori que siempre que cruzo me dedico a mirar hacia arriba intentando descubrir nuevas figuras y secretos además de la basílica.
Por una parte, la experiencia y la rutina hace que paulatinamente dejes de fijarte en las cosas y que empieces a estar acostumbrado y dejar de sorprendente, ésa es la gran lacra de acostumbrarte a una novedad, donde empiezas a perderle el respeto a esta pequeña gran ciudad que es Vicenza.
Teniendo en cuenta que tengo que ultimar los preparativos para la presentación del proyecto con el que me juego el curso, y terminar esta etapa con reuniones y últimos trabajos con los estudiantes de las diferentes escuelas y sus prácticas, pasarán “volando” estos días, y cómo no la obligada “juerga” de despedida que nos espera, la “closing party” que esperemos nos dejará con un sabor dulce los últimos tres días de trabajo. Además, debo recoger la “historia” escrita durante estos tres meses que, aun siendo poco tiempo, si te fijas en las pequeñas cosas, te das cuenta de que ha sido más intenso que un año dentro de la zona de confort que es tu entorno habitual.
Haciendo balance de toda la experiencia, evidentemente ha sido enriquecedora, sobre todo por la gente que he conocido, tanto italianos como españoles, pero sobre todo llevarme aunque sea en un nivel básico otro idioma que, para mi futuro en el turismo me ayudarà, seguramente. También destacar los lugares que he visitado como Venecia, Cinque Terre, Roma, Florencia…
Y por último, agradecer y valorar la oportunidad que me ha brindado el ayuntamiento de Vicenza, permitiéndome trabajar con ellos y más importante, poder entrar a todos y cada uno de los museos y eventos dirigidos por el ayuntamiento, como el Festival de Jazz, las visitas guiadas que me han regalado además de su tiempo e infinidad de cosas que por hacer otros planes he dejado sin hacer, pero que no dejaré de agradecer a mi tutor Mattia y a Patrizia y Franca, sus compañeras de trabajo por su acogida y ayuda a desempeñar las actividades y sobretodo por todas las dudas y preguntas del italiano a las que les acribillaba.